¡Hola, querido septiembre, te estamos esperando para pintar el otoño con tu paleta de colores increíbles!
¡Vamos, coge tu mochila, no hay tiempo para explicar!
Nos estamos dirigiendo hacia el Campo, Castillo Mikes, en el centro de la increíble y ya conocida Transilvania, pero no estamos en busca de Drácula, pero queremos relajarnos en algún lugar cerca del medio de la nada, rodeados de la naturaleza y, la mayoría de las veces, de un silencio claro.
Creemos que esta es una de nuestras principales fuentes de inspiración para todos los productos de ropa de iELM, estar en el momento y estar al tanto de todo lo que nos rodea; a veces la inspiración viene simplemente cuando usted está en el lugar correcto. Hemos encontrado algunos de estos lugares increíbles y ¡no queremos mantenerlos en secreto! No hay duda de que vamos a compartir los viajes e introspecciones iELM.
El hamlet / el pequeño pueblo Zăbala donde se encuentra la propiedad está a solo 230 km a las afueras de Bucarest, capital de Rumania. Siguiendo un camino cortado en las montañas, el paseo en coche paseo hasta el castillo es espectacular y muy auténtico – antes de sus ojos pueden pasar rebaños de ovejas que cruzan la carretera, manadas de ganado vacuno que se alimentan de pastos cercanas, casa coloridas, tradicionales del patrimonio de Transilvania aquí y allá, viviendas de las pequeñas comunidades de origen húngaro. La historia comenzó cuando una condesa húngara de Transilvania se casó con un indio distinguido llamado Chowdhury.
Una gran puerta da la bienvenida a todos los huéspedes que llegan al campo. De aquí en adelante, los cuentos se convierten en una realidad viva y agradable, cobrando vida a cada paso. El enorme parque se extiende hasta las colinas y más allá, en el bosque, y mansiones para el alojamiento de los visitantes se encuentran dispersos en el campo.
Si olvidó de dejar sus pensamientos, preocupaciones o problemas en la entrada, no se preocupe, este lugar le hará olvidarlos y sumergirse en un oasis de recreación.
Usted puede tumbarse en una tumbona en el sol suave de otoño, frente al estanque; descubrir el gran lago y la pequeña isla en el lago; ver todas las impresionantes mansiones y sus habitaciones increíbles; tomar una bicicleta y pasear por el lago; subir la colina hasta el bosque para explorar el pabellón de madera y una sauna en el bosque; ir en los caminos trillados y en los ocultos; simplemente admirar el paisaje; encontrarse con los caballos y las ovejas; hacer equitación; respirar el aire fresco del bosque; leer su libro favorito en una manta en el bosque. Esto no es parte de un sueño complejo; estas actividades son la realidad concreta del campo Zabola.
La cena se sirve en los antiguos establos y a la luz de las velas, comida deliciosa y una selección de la música de calidad siendo incluidas en el menú regular. Antes de ir a la cama no debe perder la oportunidad de tomar una taza de té caliente bajo uno de los arcos de la terraza, mientras escucha los grillos y busca profundamente en oscuridad de la noche.
Un paseo nocturno en los callejones que conducen a la Casa de las máquinas, todo cubierto de oscuridad. Subir las escaleras que chirrían, avanzar en el pasillo, la última puerta a la izquierda: El Cuarto Rojo. Continuar la noche con un buen libro leído en la bañera con un acogedor fuego en la chimenea y encantadora música de Debussy, Arabesque no. 1 y no. 2 en el fondo.
El universo ha sido bueno con nosotros durante nuestra estancia en Campo Zabala, ¿verdad? Con la mente clara, llena de inspiración, podemos volver a nuestros sueños e imaginación, a los dibujos y bocetos, al corte y cosido de piezas pequeñas, únicas y hermosas de ropa iELM.
Lugares como el Castillo Mikes, no muy lejos de la fábrica iELM (unos 190 km por un camino muy pintoresco) que llenan el alma con buena energía que alimenta a la mente creativa con nuevas ideas, que aumenta su amor incondicional para la naturaleza, que conllevan nuevos descubrimientos y exploraciones de nuestros dos mundos, exterior e interior – debería ser altos en nuestra lista de actividades de otoño.
Un último consejo dulce y sabroso para el camino de vuelta: haga una parada en Ozun (húngaro: Uzon) y compre el famoso Kürtőskalács, un dulce esmaltado húngaro específico.
