Nos guste o no, la humanidad está viviendo en tiempos únicos – tiempos de cambios rápidos, de transformación tremenda, dentro de ámbitos volátiles, de alta complexidad y ambigüedad (comúnmente conocidos y denominados VUCA). Hemos aprendido a adaptarnos, a ser cada vez más flexibles en seguir este flujo rápido de vida. Y, naturalmente, hemos desarrollado varios tipos de “ayudantes” de valor para apoyarnos en nuestro camino, ya que seguimos aportando mejoras menores o mayores para proporcionar aún más luz para aclarar nuestro camino.
La humanidad está enfrentando a un gran avance, en un ritmo acelerado, casi aplastante en todas las direcciones – ciencia, tecnología, sanidad, psicología, puericultura, arquitectura, asuntos sociales, por nombrar sólo algunas. ¿Cómo fue esto posible en primer lugar? Es simple: el secreto está en la gente apasionada, completamente dedicada a las cosas que aman y creen.
Dicen que “la práctica hace al maestro” y no podría haber sido más cierto. Cuanto más practiquemos lo que nos gusta hacer, nos volvemos cada vez mejores en lo que hacemos, desarrollamos nuevas habilidades, adquirimos nuevas competencias y cuando vemos buenos resultados nuestra pasión aumenta y crea perspectivas aún más valiosas.
¿Qué inspiró a la gente a crear máquinas útiles? El talento y la experiencia de la gente. Y aún hoy en día, el software inteligente y los equipos muy exactos, programados para ocuparse impecablemente de cargas complejas proporcionan resultados perfectos. Sin embargo, la terminación – la estrategia en general, el diseño esquemático, la visión, las ideas claras, la dedicación intensa, la revolución, el talento, los sueños, las decisiones fuertes intuitivas, nos pertenecen a nosotros, los seres humanos.
Cuando abrimos por primera vez las puertas de iELM, decidimos buscar exactamente a aquellas personas con talento y experiencia que ponen el alma en todo lo que hacen – y los encontramos en una pequeña localidad cerca de Bucarest, en la encantadora Rumania. Sin duda, también tuvimos en la lista equipos muy técnicos de última generación. Una vez que proporcionamos a nuestros equipos unas herramientas de muy alta tecnología, prácticamente desatamos su creatividad y dedicación para un trabajo difícil pero muy gratificante. En iELM, creemos firmemente en manos con talento que tejen ropa maravillosa, y en mentes agudas, apasionadas que generan ideas increíbles. ¡Tenemos la suerte de tener una abundancia de ambos dentro de nuestra pequeña y elegante fábrica! Imagine cada producto finito cuidado desde el principio hasta los últimos retoques por personas capacitadas, dedicadas que quieren traer una sonrisa de satisfacción en la cara de cada cliente.
Para nosotros, la evolución es el verdadero trato; y la evolución está impulsada por personas dispuestas a dedicar su tiempo, su pasión y su devoción para el beneficio de toda la humanidad.