Las vacaciones de verano: ese ansiado momento en el que los niños se despojan de las rutinas establecidas. La magia que envuelve esta época del año propicia los recuerdos de infancia más bonitos, que acompañarán a los pequeños durante toda su vida.
Aunque no vayan a clase, desarrollan algunas habilidades físicas, cognitivas y sociales. Por todos es sabido que jugar es uno de los mejores métodos de exploración y aprendizaje. Ya sea en el parque o durante las vacaciones familiares, los niños se enfrentan a situaciones nuevas fundamentales para su desarrollo.
El verano también trae muchos otros momentos felices, como las vacaciones con los abuelos, el tiempo con los amigos, el mar, la montaña o probar juegos nuevos.
Te dejamos 5 actividades divertidas que a los niños les encantarán:
Recorridos trepidantes en el parque de aventuras
Una de las mejores opciones para pasar un fin de semana en familia es ir a un parque de aventuras. A los niños les encantará pasarse las horas subiendo a casas en los árboles, tirándose por tirolinas, practicando tiro con arco y muchas otras actividades. De esta forma, ejercitan sus habilidades físicas, su capacidad de concentración y de toma de decisiones, y la valentía de enfrentarse a sus miedos.
Eso sí, mira el pronóstico del tiempo para disfrutar al máximo de la naturaleza, ponles ropa que les dé libertad de movimiento y ¡a la aventura!
Disfrutar bajo la lluvia de verano
¿Cuánto hace que no disfrutas refrescándote bajo la lluvia sin pensar en otra cosa? La próxima vez que oigas un trueno y se avecine una tormenta, salid a calle. Bailad, cantad, pisad charcos y reíd intensamente. Liberaréis estrés y el efecto terapéutico será increíble. También podéis aprovechar para disfrutar del olor a tierra mojada haciendo ejercicios sencillos de respiración.
Para que los pequeños se sientan plenamente cómodos, te recomendamos que les pongas un impermeable. Cuando volváis a casa, podéis daros un baño relajante, tomar una infusión dulce bien caliente y leer juntos un libro entre cojines mullidos.
Buscar estrellas fugaces en el firmamento y descrubrir las constelaciones
A casi todos los niños les fascina esa belleza mágica de las estrellas. Las noches de verano son ideales para aprender astronomía. Busca una zona abierta donde se vea bien el cielo y no haya mucha contaminación lumínica. Descárgate una aplicación que reconozca las constelaciones en tiempo real. Llévate una manta para tumbaros y un cuaderno para que los más pequeños dibujen las constelaciones que encuentren.
Hacer una cápsula del tiempo y enterrarla
Los recuerdos son uno de nuestros bienes más preciados. Esta no es solo una actividad interactiva, sino que también es una buena forma de que los niños enseñen a sus seres queridos lo que les gusta. Coge varios objetos, fotos y las cosas que más les gustan, pero que representen el momento en que se crea la cápsula. Elige un lugar donde meterlo todo, ciérralo, escribe la fecha en la que se puede abrir, entiérralo y crea un recordatorio. No os olvidéis de escribir una carta juntos con el mensaje que queréis enviar al futuro.
Hacer un jardín de plantas aromáticas
Si quieres que tus hijos crezcan amando el planeta, esta actividad es una buena lección de sostenibilidad, que es, básicamente, hacer un uso responsable y eficiente de los recursos naturales. Cultivar tus frutas, tus vegetales y tus plantas aromáticas es una forma fantástica de proteger el medioambiente.
Podéis empezar plantando hierbas en recipientes reciclados. Este tipo de plantas son geniales porque cuidarlas es muy fácil, y la comida que hagáis estará más rica con los condimentos que vosotros mismos cosecháis.
Las vacaciones de verano pueden ser todo un reto para los padres: los niños quieren dormir más o pasar mucho más tiempo delante de la televisión. Es muy importante planificar actividades veraniegas que les mantengan entretenidos.