Los termómetros van bajando y empezamos a sacar las prendas más calentitas del armario. La ropa de niños de invierno es ideal para protegerles del frío cuando juegan al aire libre. Sin embargo, pueden representar un peligro si la llevan puesta cuando usan una silla de seguridad en el coche.
La sillita del coche es fundamental para la seguridad de los más pequeños. Con independencia del modelo que elijas, es importante usarla correctamente para que ofrezca la máxima protección en caso de accidente. Esto implica instalarla siguiendo las instrucciones y ajustar bien las correas del arnés.
Asegúrate de que la correa esté bien ajustada y que quede lo más recta posible. Comprueba que no quede suelta ni torcida. No debe haber más de dos dedos entre el cuerpo del niño y el arnés. Si queda más espacio, el nivel de protección del asiento se reduce considerablemente.
Con la mayoría de abrigos, queda espacio entre el cuerpo del niño y los cinturones de seguridad. Esto aumenta el riesgo de que el niño se suelte de la silla en caso de accidente. Una prueba sencilla es ajustar los cinturones lo más fuerte posible sobre el abrigo. Después, quítaselo y comprueba cuánto espacio queda entre el niño y el cinturón.
Otra forma de comprobar el ajuste es hacer la «prueba del pellizco», que consiste en pellizcar la correa a la altura de los hombros del niño. Si agarras cualquier otro material al pellizcar, significa que la correa está demasiado holgada. Deberás ajustar el arnés hasta que los dedos salgan con dificultad.
Seguridad y confort
Si no puedes usar la ropa de invierno habitual con la sillita del coche, hay otras formas de que tus hijos viajen con seguridad y sin pasar frío.
– Usa capas. Opta por capas calentitas, fabricadas con materiales que retengan la temperatura en contacto con la piel (como por ejemplo la lana). Añade una capa superior fina pero aislante. El mono de iELM es muy ligero, pero guarda muy bien el calor.
– Quítale las chaquetas voluminosas. Retira las prendas más gruesas, ya que el arnés debe ir lo más pegado posible al cuerpo del niño. Siempre puedes usar el abrigo para tapar al niño a modo de manta.
– Usa una manta. Los bebés se mueven menos que los niños en la sillita. Puedes llevar una manta en el coche y usarla para tapar al pequeño cuando le hayas abrochado el arnés. Cuando el coche entre en calor, simplemente quítasela.
– Calienta el coche con antelación. Otra opción es encender la calefacción antes de montaros. Esto te vendrá genial si tu hijo viaja solo en el asiento trasero y nadie puede quitarle la ropa que lo cubre cuando el vehículo coge temperatura.
Elijas la opción que elijas, te deseamos un viaje seguro y sin percances.
Main Foto: Sharon McCutcheon on Unsplash